Persona Interrupta


Cualquier artículo de la Sra. Pilar Rahola es un conjunto de ideas valientemente formuladas que siempre provocan reacción, o al menos reflexión.

El pasado miércoles, 10 Septiembre, apareció publicado en su periódico uno que llevaba por título "¿De quién son los de valores?" Afirmaba que ningún partido puede apropiarse determinados valores y, menos, evitar un debate abierto acerca de los mismos por considerar que su oponente político carece de ellos. Estoy de acuerdo.

La periodista y ex parlamentaria, pide una nueva reflexión en temas fundamentales sin prejuicios partidistas. Bravo. Pues hete aquí que una ciudadana, al hilo de lo que menciona en su artículo, pretende avivar una discusión cuyo silenciamiento tiene consecuencias letales para muchos.

Aunque parezca una afirmación de perogrullo, pienso que hay que atreverse a empezar por el principio. La dignidad de la vida humana es lo que hace a la persona sujeto de todo bien y derecho. Todos los derechos y derivados proceden del reconocimiento de esa valía.

Sólo por ser persona podemos reclamar la libertad, la propiedad privada, el trabajo y el descanso. Por defender esa dignidad rechazamos - sin el menor atisbo de duda- la esclavitud, el abuso de un menor o la acusación injusta. Y por la misma razón discutimos acerca de los límites de velocidad o la autodeterminación. Únicamente por ser hombre o mujer, concebido por otros iguales, nos hacemos acreedores de derechos ante los demás y nos obligamos unos para con los otros.

Por tanto, mi punto de partida argumental es que existen valores que están antes que la discusión. A partir del reconocimiento de esa dignidad se puede empezar a establecer un sistema de derechos y libertades. De otro modo estaremos construyendo la casa por el tejado. Si la vida de un inocente indefenso no está a salvo de cualquier debate…estamos perdidos. Si el Estado de Derecho protege al que paga impuestos y deja indefenso al no nacido, es que algo está fallando.

Nuestras controversias jurídicas y políticas en relación a la vida giran entorno a determinadas casuísticas, plazos. Su posible ambigüedad …. Se buscan matices y coladeros para resolver historias que escapan a la letra de la ley. Los grandes olvidados de este debate de la interrupción del embarazo son precisamente eso "interrumpidos". Perdemos de vista muy fácilmente que ellos podrían tener hoy nombre y apellidos, documento nacional de identidad y serían sujetos indiscutidos de los mismos derechos que disfruta quien suscribe, o el lector de La Vanguardia que lee esta carta. Es terrible decirlo, pero parece que ya todos aceptamos sin mayor problema que el derecho a vivir de la supuesta persona quede por detrás del supuesto derecho de otra.

Me temo que, para quien ya no existe, la reflexión acerca de los límites de sus derechos llega demasiado tarde. Por el bien de los que vienen, no neguemos la discusión de los asuntos verdaderamente determinantes. Atrevámonos a mirar a fondo en este agujero negro de nuestra sociedad. No tengamos miedo a defender el valor sobre todo valor: la vida de cualquier hombre.
La música que me ha acompañado en este post: "Tenía tanto que darte" de Nena Daconte


Comentarios

  1. Querida Angeles:

    Mi nombre es Vanessa y gracias a MartaMinguella he descubierto tu blog. Me gusta mucho leerte aunque no siempre comparta tu opinión. Sin embargo, leer a gente que opina de diferente modo al mío siempre me ha gustado, no sólo para lograr entender a los demás sino para aprender y, en ocasiones, darme cuenta de que estaba equivocada.

    Me he decidido a escribirte en esta ocasión ya que comparto tu punto de vista en parte. Creo que tienes razón al afirmar que hay que empezar por el principio. Y es cierto que en las leyes abortistas siempre se habla de la madre, rara vez se tiene en cuenta al padre y jamás al feto. Sin embargo, el principio del problema no está ahí. No debería estar ahí, cuando el feto o bebé proyecto (la palabra feto no me gusta en absoluto) ya existen. El origen está cuando no se ha producido la fecundación.

    Yo soy partidaria del aborto en muy contados casos. Si el bebé va a desarrollar una patología que le haga dependiente toda su vida o conlleve una calidad de vida no digna (no me vale una malformación física como que no se le ha desarrollado un brazo o que puede ser ciego por ejemplo), si la vida de la madre o de la criatura corren peligro durante el mismo (es una decisión muy personal tanto por parte de la madre como del padre) y si el embarazo es fruto de una violación. En este último caso, creo que cada madre debe pensar si puede separar el modo en que fue concebido de la hermosa criatura que puede nacer.

    Y se acabó. Por lo tanto, para evitar el aborto, al menos bajo mi punto de vista, sólo queda una opción: la prevención. ¿Cómo? Mediante la educación sexual, por supuesto. Si actualmente los niños (para mí aunque tengan 14 años siguen siendo niños, ¡yo con 14 años era una niña!) mantienen relaciones sexuales antes de lo que lo hicieron sus progenitores... puede que no te guste la idea, pero el hecho está ahí así que mejor tomar el toro por los cuernos e informar a los hijos. Explicarles del modo más natural posible lo que cada padre estime oportuno... pero sobre todo poner a su alcance métodos anticonceptivos. Que les quede claro que la píldora protege de un embarazo no deseado, pero no de las enfermedades de transmisión sexual. Que hacerlo sin protección y tomarse la píldora del día después no es una opción porque esta píldora sólo es para casos de ruptura del preservativo o violación. Que sepan que si abusan de la píldora del día después pueden arruinar su salud (y puede que la capacidad para tener hijos en un futuro). Que no confíen en la palabra de alguien que jura y perjura que no ha mantenido relaciones sexuales con nadie más, insistiendo en tomar siempre medidas. Y que siempre les pille con un preservativo a mano (y mejor si se lo proporcionan sus padres).

    En resumen, creo que para evitar tener que pensar en los derechos de una persona que aún no ha nacido, deberíamos preveer que no llegue a nacer desde el principio, evitando su concepción.

    Un saludo y gracias por aguantar el rollo que he soltado.

    Vanessa

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  2. Vanessa me he alegrado un montón al verte en el blog de Angelita una de "mis niñas" yo le he escrito muchas veces y no logro entrar nunca,voy a probar porque el escrito es cortíto y era para darte la bienvenida al blog de angeles.
    Voy a probar suerte y sí me sale:
    Preparate Angeles Montuenga.

    Besos
    Marta

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