Electrónica Valls
Vivir en un pueblo facilita las relaciones de proximidad, casi familiar, con sus comerciantes.
Medir es uno de los más conocidos en el mío. Regenta un negocio en el sector de la electrónica pero no le mueve la fuerza de la corriente general del estilo usar y tirar. El susodicho se permite el exceso de acumular y recoger todo tipo de trastos con enchufe para su reconstrucción.
Siendo un hombre de cierta edad, es el más joven entre los objetos allí concentrados. Su tienda parece un relicario de cadáveres superados por la obsolescencia tecnológica y fuera de modas y minimalismos.
Para él cualquier útil de antaño tiene tantos servicios por prestar todavía que merece recuperarse como sea. Es casi una cuestión de dignidad.
Trabaja con bata blanca de cirujano. Desentraña los misterios escondidos en el interior de cualquier máquina que se le ponga por delante…
Todo aquel cliente que quiera apurar sus electrodomésticos y aparatejos, tranquilizar su conciencia ecológica y además contribuir a que un negocio de estas características no se extinga encontrará en Electronica Valls aquello que busca.
Recojo mi lámpara y le pregunto si puedo pagar con Visa. Me responde que su tienda no está a la altura de los tiempos…. En parte lleva razón, creo que traspasa esa frontera porque es una tienda de un hombre satisfecho haciendo su trabajo, con aspiraciones muy concretas completamente cubiertas, que disfruta de su tarea artesana casi como un niño jugando a trenecitos.
Tengo una teoría acerca del orden y de la felicidad que algún dia haré pública. La disposición de la mercancía en el local de este romántico de la robótica corrobora la conclusión de la misma: El orden, siendo necesario, exige de medida ....
La máxima : "Cada cosa en su sitio y un sitio para cada cosa" admite que éstas estén enredadas en un gigantesco ovillo de cables, escondidas en estanterías repletas de trozos de plásticos, pilas y circuitos desmontados.
Medír es alguien con talento que te recuerda, sin pretenderlo, que no hace falta someterse a la dictadura del diseño de última generación para sobrevivir, que nada mejor que contentarse con lo que uno es y uno tiene para sonreir y que sacar partido a tus recursos diponibles ayuda a vivir una vida más apacible y , tal vez por ello, más humana.
(Fotos del escaparate y del interior del local obtenidas con el permiso de su dueño)
Esta es la canción que me inspira el post
Cuando vaya por tu pueblo me acercaré a saludarle. Este es de los mios!!!!!!
ResponderEliminarMuy bueno tu blog, te sigo desde Perú.
Un abrazo,
Ana