Un domingo redondo


Este domingo mis hijos pequeños participaron en el encuentro organizado por el MNAC y la asociación sin ánimo de lucro  "Construint la sala" http://www.construintalasala.org.
Un evento anual  en el que se facilita ¡gratuitamente! material y asesoramiento de jóvenes arquitectos  voluntarios  a 600 niños para que cada uno de ellos realice su propia  maqueta....
La experiencia resultó inmejorable.


La magnífica sala oval del MNAC  fue el escenario donde se desarrolló la actividad. 
Un marco privilegiado para unos ojos infantiles demasiado acostumbrados a estéticas diseñadas por adultos en  situación dedesequilibro ( por decirlo suavecito..). Retinas que, a diario, reciben en pantallas, vallas y escaparates, excesos e imágenes de una belleza distorsionada, mentirosa y fea.

Puntualidad germánica, música clásica de fondo y multitud de criaturas entretenidas durante 3 horas en construir algo con materiales elementales y su imaginación.
La creatividad se hacía presente entre pegamento, telas, cartones y tijeras. Podía cortarse.



Y se me regalaron motivos para el optimismo.

Todavía quedan niños con capacidad de imaginar universos distintos a los virtuales. Más simples pero más sinceros. Más limitados pero mucho más reales. Todavía existe un reducto de  genios inocentes que pueden salvarnos de la deshumanización y la sobredosis tecnológica.
Todavía hay menores que se entretienen sin necesidad de una toma de corriente eléctrica.
Todavía las estériles discusiones territoriales no han envenenado los juegos infantilesy se habla el idioma que requiera y me acerque al otro. Sin prejuicios, ni imposiciones de ningún tipo.

Todavía quedan padres dispuestos a hacer el pino puente y colas( bajo una mañana heladora en lo alto de la montaña de Montjuic), para que su hijo disfrute y aprenda..


Todavía hay respuesta a una iniciativa abierta a todos los que simplemente quieran participar. Sean estos  de escuela pública, privada, concertada o alumnos del homeschooling.

Todavía  quedan licenciados de vocación que, a pesar de la crisis del sector,  se ilusionan  con su trabajo y quieren transmitir su pasión a las nuevas generaciones. Todavía quedan idealistas capaces de movilizar ayudas para hacerlo posible. 

Todavía hay gente visitando un museo en domingo. (Y todavía es gratis el primero del mes para aquel que guste)
Todavía hay quien disfruta  del arte románico. Todavía quien interpreta  correctamente la iconografía religiosa.

Todavía se sostiene el palacio MªCristina, a pesar de tener nombre de reina española.

Todavía luce y calienta el sol en un día de invierno cristalino.


Esta es la música que me inspira el post

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