Nocturnos y violencia electrónica

¿Puede la música educar, hacer personas?
Sin duda alguna sí...
La música -si es tal-  construye, ordena, apacigua, celebra, lamenta, reza, acompaña, cuenta, mueve, canta, consuela, eleva, transforma e inspira.
Y sólo la música que es tal humaniza, expresa anhelos reconocibles e universales que aúnan  a hombres y mujeres de todos los tiempos. Sus acordes transmiten y transmitirán de mil modos diversos la bondad, belleza y el bien con el común denominador de invitar al encuentro con el otro, al abrazo, al baile, al recuerdo, al perdón.

Hoy suenan frecuencias que poco tienen que ver con el arte musical. Nuestros hijos acostumbran su oído - todavía ingenuo- a gruñidos electrónicos repetitivos que encierran gritos de dolor y rabia. Ruidos sintéticos, enlatados, monótonos, estridentes. Es la nueva jerga del miedo y el desengaño que de modo sutil va calando en el interior de sus corazones. Sonidos sin alma. Quizás por ello ( estoy convencida!) corrompen.

Y todo esto viene a cuento de la guerra abierta que tengo en casa. Un hogar debe encontrar melodías de fondo en la que todos se muevan a gusto...
Viene a cuenta de lo que desanima ver a un hijo abstraído con la" música" de Skrillex.....
Espero que sea una pose adolescente y una rebeldía postiza... De otro modo habré  fracasado en la educación del gusto por lo bello . Y tal carencia es una es mala , muy mala señal......

Algún ejemplo de violencia musical.
Véase el siguiente....

Estoy abierta a la crítica y deseosa de ver el lado positivo de tanto ruido enlatado.
Cedo espacio en este blog a quien me haga llegar algún caso de melodía sintética que me obligue a desdecirme.

Mi amiga Carmen, en el impasse,  me manda un link.
-¡Gracias!.. ¡Cuánto me has querido decir....!
Tanto, como yo a vosotros.






Comentarios

  1. Entre Chopin y Skrillex siempre podemos encontrar un amplio abanico de puntos intermedios.

    https://www.youtube.com/watch?v=u6GiDC2bx40

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares