Quiero ser una influencer

Foto Paul Mc Manus
El día en que caí en la cuenta de que había llegado a las 300.000 visitas (sumadas una a una) pensé que debía celebrarlo de algún modo. 
300.000 visitas no se consiguen así como así.
Pudiera haber pasado que alguno de mis hijos, tratando de  reforzar la autoestima de su madre, clickara secretamente el link x número de veces elevado al cubo.
Pero me da que no. Me da que prefieren jugar a la Play puestos a darle a los botones.
Así que esa cifra os la debo.
En realidad este blog os debe casi todo lo que es. Por clickar en el enlace, por leerme y comentar de tanto en cuanto, lo que os gusta ( ¡o no!), lo que digo o cómo lo digo y por hacerlo desde hace más de 8 años. ( Not too bad!)
También este lugar de expresión compartida se debe a Steve Jobs y a las RRSS, su genialidad y atrevimiento puesto al servicio de los demás ha servido para que mis reflexiones hayan llegado a los lugares más recónditos del planeta. Thanks Steve!

Precisamente por el hecho de que el blog existe gracias y sólo en el universo virtual, si lo celebraba, la celebración debía realizarse precisamente en ese ámbito.
Comenté la idea entre un grupo de amigas. 
Una de ellas, Radia, argelina enamorada de Barcelona, empresaria donde las haya y propietaria del hotel Palace, ofreció la terraza de "su casa" para festejarlo, nunca mejor dicho, por todo lo alto. 
Sería una fiesta que congregara lo mejor de los dos mundos. On &Off line

¿Por qué no convocar a los "más mejores altavoces del mundo mundial"?  Podríamos sumar seguidores y repartir mucho y muy bueno entre todos.
Congregaríamos a influencers con dos características en común:  personas con capacidad tanto de crear comunidades fuertes como de aportar  valor. Empezaríamos por Barcelona, pero eso sería sólo el principio.
Y empezamos a convocar :Rafuel 55,Gastrobarna, BarcelonaMagazine, Patzhunter, CoolHunterdiary, Stophleroc, QueridaValentina entre otros muchos. En total 30 cuentas personales que, como yo, en su día empezaron a contar sus seguidores de uno en uno. Sumábamos más de 2 millones de seguidores #2MillonesEnMiTerrraza.
Todos respondieron entusiasmados a la invitación.
Ibamos a reunir a un enorme número de seguidores, poner en común talento de ámbitos tan diversos como el lifestyle, la gastronomía, familia,crecimiento personal o las nuevas tecnologías.Y ibamos a hacerlo en un entorno único y desde un mirador privilegiado de la ciudad como es el Rooftop  del Hotel Palace. Ninguno se resistió a la propuesta.

Entre los presentes en el encuentro instagramers, twitteros y bloggers. Es decir: los guapos, los listos y los trabajadores (este prejuicio -no reconocido por todos pero compartido por muchos en el mundo digital- fue el que me acompañó al inicio. Y como suele ocurrir con las opiniones preestablecidas, la vida me puso en su sitio). 
Nadie les había regalado nada. Todos ellos empezaron repartiendo a diario su arte, conocimiento e ingenio.
Y comprobé que trabajan mucho y de qué manera.
Descubrí que detrás de cada una de esas cuentas, hay grandes personas. Personas apasionadas con lo que hacen, luchadoras, creativas. Madres que concilian, mujeres que madrugan, señores elegantes, señores barbudos, señores imberbes. Currantes que se empapuzan de técnicas de edición de vídeos, tendencias de comunicación, algoritmos y fotografía.  Atentos a lo que interesa a sus seguidores, comparten su experiencia, ciencia, sus descubrimientos con todo aquel que tenga a bien. Generosamente.
Y claro que hay chicas guapas, estilosas, a las que les hacen regalos. Pero, stay tunned for a while y comprobarás el nivel de exigencia y cuánto les ha costado llegar hasta aquí.
El público espera tres tweets al día, 1 story 1 una foto , y /o  como mínimo un post semanal
Y eso sin mencionar la paciencia ejercida con los molestos trolls y haters. (En realidad  son una panda de envidiosos aburridos que no hacen más que estorbar). Ell@s a lo suyo. A seguir contagiando talento y aportando cosas buenas. 
"-¿Ladran Sancho?, luego cabalgamos-" 

Hoy los influencers son generadores de opinión, de conductas, de cultura y de cambios. Desde sus dispositivos móviles llegan al corazón y a las cabezas de millones de personas.
Y los allí presentes parecían conscientes de esa responsabilidad.

Photo Paul Mac Manus
Como si de una reunión del lejano Oeste se tratara, tuvimos que dejar las pistolas sobre la mesa. Los móviles son armas que deben emplearse sólo cuando es necesario. No podíamos desperdiciar la ocasión de conversar con semejante cantidad de talento, disparando a diestro y siniestro ante tanto objetivo fácil que se nos ponía por delante.

No sé si fue cosa de la selección de los congregados en esta ocasión pero, francamente, la energía acumulada superaba la de los #DosMillonesEnMiTerraza.
Después de lo vivido, igual quiero ser influencer pero desde la sombra. Desde la reflexión y la "tranquila" publicación semanal y no ir más allá.
Eso sí. Os aseguro que no me pierdo el siguiente encuentro. Al fin y al cabo, ya formo parte de la organización. Y eso es otra forma de convertirme en influencer!  

Os dejo dos vídeos que el equipazo de Ensu nos preparó para que podáis asomaros un poquito a lo que allí ocurrió y celebrar conmigo.


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