Mi Quijote y su Dulcinea

Pues sí. A veces hay que exultar.
En realidad me cuesta muy poco hablar bien de mis hijos.
Hoy le toca a Jony.
Un corazón tierno agazapado tras su aspecto rockabilly, bailongo, guerrero y futbolero. Espíritu renacentista que tanto toca el piano y la guitarra, como te encanta con sus juegos de manos con cartas. Puede hablar acerca de masonería, historia contemporánea, música y técnicas de marketing.
En su cuarto cumpleaños, mientras soplaba velas, compartía su deseo en voz alta : "¡qué se mueran los malos del mundo entero!". En el colegio, uno de sus tutores, lo situaba entre dos arquetipos:  "campeón de tiro olímpico o francotirador. Puede convertirse en cualquier cosa".
Le gusta jugar al Fortnigt y llora con Spirit.
El filtro y la medida no están todavía conseguidos.
Dice palabrotas pero se contiene - casi siempre- cuando la situación lo exige. Jamás le verás arrodillarse ante aquello que no considere justo. Discutidor hasta cansar al contrario.
Lector empedernido.
Sus libros favoritos, los de caballería. Es un Quijote del siglo XXI. Y su Dulcinea es su abuela.
Es ella quien inspira sus gestas, modela sus genios y aplaude genialidades.
Comparten literatura y confidencias.También gustos cinéfilos. Disfrutan de westerns y películas de acción.
Desde niño quiso sacarse el carnet de conducir y llevarla de paseo.
Ayer conseguimos cumplir el sueño.
Tiene el carnet pero, en lugar de coche, empujó orgulloso la silla que la retiene desde hace varios años para ir a ver Green Book. Peliculón, por cierto.
Ella se pintó los labios de rojo para la ocasión y se colocó el broche en forma de mariposa que, hace ya un tiempo, le regaló ilusionado. El galán acudió puntual a la cita e invitó a sus chicas ( por suerte, me permitieron acompañarlos!).
Durante la proyección, breves comentarios acerca de las escenas más divertidas.
Ningún gesto de caridad condescendiente hacia ella.
Después merendamos chocolate caliente y dos melindros. Mi madre hubiera preferido evitarle el espectáculo de su "mal comer". Los problemas de la disfagia que sufre hacen que la operación resulte, cuanto menos, aparatosa.
Él dijo que sólo su compañía importaba y la hizo reír a carcajadas.
Disfrutaron como niños con algo tan pequeño. Sólo las almas grandes saben hacerlo.
No sé quien salió ganando.
Todos, en realidad.
Incluso aquellos que desde las mesas cercanas contemplaron la escena. Conmovedora complicidad, casi inexplicable, en este mundo en el que los mayores son arrinconados.
Pero tal vez yo fui la mas favorecida. Acabé el día hinchada de orgullo del bueno. Este hijo mío, cabezota y peleón, tiene un corazón que no le cabe en el cuerpo, además de un gusto exquisito eligiendo las mejores compañías.
Hoy exulto.
Feliz Pascua, queridos.

Comentarios

  1. Mar Trujillo-Bencomo21 de abril de 2019, 10:28

    Caramba Angelita, qué gozada. He disfrutado mucho esta electura.
    Quien siembra, recoge. Feliz Pascua de Resurrección.

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  2. Precioso, conmovedor. Tan tierno... ¡gracias por compartir!

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  3. Maravilloso Angelita. Un beso y Feliz Pascua

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  4. La Abuela va por delante en todo y este es el resultado Felicidades son momentazos "que nos devuelven la Esperanza....


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