Para qué sirve el arte

Me dedico, entre otras cosas, a buscar apoyos para el proyecto MUN, el Museo de arte contemporáneo de la Universidad de Navarra. 

En general, es un proyecto que por su exquisita colección, su inmejorable dirección creativa, la ambiciosa programación de exposiciones y artes escénicas, por su implicación en la ciudad y vida universitaria está muy bien considerando y resulta "fácil de vender" ,

Sin embargo, alguna persona, ante el planteamiento de la colaboración, me dice que prefiere algo con impacto más directo en la sociedad.

Y sí. Le doy la razón.

El beneficio social del arte es menos inmediato que donar sangre o contribuir a la investigación pero, probablemente, sea más consistente y perdurable, por su trascendencia. Porque el arte, si es tal, cambia el corazón de las personas. Y sólo, desde lo más profundo de cada uno, es posible transformar verdaderamente el mundo.

El otro día, tuve la dicha de asistir al estreno mundial en el MUN del espectáculo "Amor de Dios"  de la artista, coreógrafa  y bailaora María Pages.

A medida que la función avanzaba, entre zapateaos, palmas, baile de mantones, y castañuelas delirantes, me sentí profundamente interpelada. Una conmoción, algo parecida a un éxtasis teresiano, me invitaba a ser mejor, a trabajar con pulcritud, a entregarme a lo que tenía entre manos. Fuera esto poco, mucho o muchísimo. Deseaba parecerme algo a esa mujer que, mostrándose tal cual era, demostraba hasta que punto la pasión y la dedicación hacen de cualquier empeño humano, algo maravilloso. Hagas lo que hagas.

El artista que lo es, con su trabajo, inspira. Su talento, su creación espeja tu actitud de espectador y te sacude cuestionándote tu propia vida. Consigue levantar tu alma, despreciar tu mediocridad y soñar con procurar ser mejor. 

Además de acicate vital, la expresión creativa es el mejor antídoto contra el brillo seductor de las pantallas, te obliga a elevar la mirada y a hacer silencio para propiciar la contemplación. Inicias el modo pausa por un rato y dejas de producir. 

Gracias a la generosidad del artista y de su mano, te dedicas a disfrutar, agradecer, amar y gozar de la dicha de existir. Es una forma de conversación única en la que el genial interlocutor te invita con su lenguaje propio - la danza, la pintura, la música, la escritura, la cámara, la aguja o el compás-  a dialogar y a hacerte preguntas. Pero sobre todo te abraza con la belleza que te regala.

Es un abrazo sanador que crea lazos entre las personas y estimula a hacer de nuestra vida - como ha hecho el artista con el que "conversamos"-  una oportunidad de atrevernos a dejar un rastro luminoso, semejante al suyo.

Déjame María, darte las gracias. Tu espectáculo, "amor de Dios ", fue caricia y espoleta de la Providencia en mi corazón para ser mejor. En el mío y en de mucho de los presentes.
Te lo puedo asegurar.

Os dejo con un video con el podéis hacer cargo de la grandeza de la bailaora






Comentarios

  1. Que belleza, un expectáculo de sensibilidad, arte, emociona cuando ves y oyes estos artistas a tocar y bailar , impresionante !!! BRAVOOOOO y muchas gracias por compartir! 🙌

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