La guerra que nos espera



Estoy segura de que muchos de vosotros habréis oído las expresión: “Aprender a envejecer”. Es una expresión mal formulada, por innecesaria. Uno acaba envejeciendo sin esfuerzo, quiera o no quiera y no puede hacer absolutamente nada por evitarlo.
“Hacerse mayor” sí es , en cambio, una tarea que depende de nosotros. Es el camino que lleva a adquirir las virtudes propias de la autoridad :la prudencia , la amplitud de miras, la sensatez, la falta de prisas, la atención a lo pequeño , la disposición de servir de guía a otros, la generosidad en compartir los conocimientos adquiridos para que otros comiencen donde yo termine.
Schirrmacher en su libro “La conspiración de Matusalén”, con cierto tono alarmista, advierte de la importancia de dar la vuelta a la propaganda que exalta todo lo referente a la juventud y excluye a los mayores por identificarlos con inutilidad .
En el horizonte del futuro se levanta contra los viejos una de las más temibles fuerzas armadas que hayan existido. Marchan contra nosotros, los que ahora tenemos 20,30 o 60 años. La sociedad que hemos creado y que estamos creando le quita todo al que envejece: la confianza en si mismo, el puesto de trabajo, la biografía. Tenemos que actuar ahora
Nuestra misión es hacernos viejos. No tenemos otra. Es la tarea de nuestra vida.
Sobre todo nosotros tenemos que luchar por vivir, por muy chocante que parezca el llamamiento
Mientras usted hace deporte, sigue una alimentación sana y se encarga de pagar la jubilación , ya se han escrito libros y ensayos que argumentan cómo justificar moralmente que le maten a usted cuando sea viejo
La propaganda del enemigo tratará de convencerles para que deje de creer en su misión.
El ataque empieza en su imagen y termina en su cerebro.
Usted debe estar prevenido frente a dos oleadas, a cual más monstruosa.
La primera ( la de la imagen del espejo ) dice: “Viejo y feo”.
La segunda (la del cerebro) dice : “Viejo y senil”.
No se deje engañar. No cometa el error de desperdiciar ahora sus recursos emocionales e intelectuales con el miedo al futuro. Los va a necesitar
La guerra entre generaciones sólo será un problema-y muy grave- si se continúa negando el valor de las personas mayores y sobreestimando la importancia de la juventud
Este es un llamamiento a las filas a una ancianidad que se resiste a ser enterrada en vida

Hay mucho bueno por hacer hasta que llegue la hora de la despedida .Con o sin liftings , todos estamos implicados en esta ataque contra la madurez.

Comentarios

  1. Tenemos un concepto pragmático de lo "útil". Valoramos por el precio...y según esta lógica el anciano no vale nada.
    Un sociólodo italiano, Donati, señala que en la familia somos "emigrantes entre generaciones". Me encanta la idea. También en sociedad. ¿No estamos en otro mundo, en otra cultura cuando hablamos con nuestros hijos adolescentes?¿ No entramos en una civilización distinta al conversar con nuestro padre octogenario? Me gusta esta gran diversidad en la que todos somos necesarios y valiosos, no sólo los jóvenes o los que, según los criterios al uso, estamos en la flor de la vida.

    Un cariñoso saludo, Angeles.

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  2. .Me gusta esa imagen de emigrantes entre generaciones. .Gracias por compartirla !!!

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