Hijos libres

Una prudente orientación de las fuerzas naturales conduce a que el mundo sea más bello y habitable. El arte de la jardinería es una buena muestra de ello. La maleza se convierte en planta provechosa y el manzano da mejores frutos.
Con más razón esto es aplicable al hombre.

Educar, sin embargo, no es domesticar.

Como dice Adam ”Un educador que no sabe más que inculcar obligaciones al niño formará tal vez hombre sumisos , pero de muy pocas convicciones y escasos arranques. El miedo a los superiores mata todo amor y toda ilusión.
Sin duda los esclavos obedecen antes que los hombre libres y es más cómodo-aunque menos satisfactorio-mandar a los primeros. Pero ¿quién no ve que semejante obediencia está vacía de mérito,que no es profunda ni que puede ser duradera?”

A veces lo padres quisiéramos evitar a toda costa el sufrimiento de nuestros hijos. No tan sólo el físico sino también el fracaso y la equivocación.
Por eso les advertimos , les indicamos , les aconsejamos o les damos con la zapatilla .
Sin embargo hemos de asumir - y hay que ver lo que nos cuesta!- que nuestros hijos son libres y defectuosos. O perfectibles … Están por hacer. Y sólo ellos pueden construirse, realizar su propio quehacer.
Deben tropezar y levantarse . Deben fracasar, deben perderse para reencontrarse.

Nuestra responsabilidad es prepararlos para la aventura de vivir .Y en este campo, debemos darlo todo.
El kid básico de explorador de nuevos mundos incluye la brújula de valores esenciales (con un norte claro que determine el resto de coordenadas), el hábito de trabajo y la reflexión y - en la medida de lo posible- un entorno de buenos referentes y amigos que le acompañen durante sus tránsitos varios. Imprescindible : un hogar donde siempre hay alguien esperándolos. "El caldero humeante de la intimidad familiar "–como dice mi amiga Carme-

Una vez completada la lista arriba mencionada (ahí es nada!!) nuestro cometido ha finalizado.

Necesitan ser espíritus libres para convertirse en artistas de su propia existencia.
La libertad no se la damos. La tienen.
Sin su ejercicio se aproximan peligrosamente al perfil de hombres y mujeres pusilánimes, infantiles y temerosos.
Comenzarán a vivir la vida en plenitud cuando no nos den explicaciones , no pidan permisos y asuman las consecuencias, positivas o negativas, de sus decisiones .

Folch i Camarasa dijo que hay que educar a los hijos para que se vayan de casa y para que te lleven de casa.... Ojalá los míos decidan- libremente- ambas cosas!!!