Fabricante de sueños
Hace pocos días conocí a un insólito personaje... Paul Ermorfidis ,un emprendedor que -con visión clara y una motivación fuerte- ha conseguido hacer realidad un sueño: producir el mejor colchón del mundo.
Puede parecer un objetivo pequeño y prosaico pero esa ilusión ha hecho posible que su pequeño taller instalado en Grecia sea hoy una empresa internacional con una cuenta de resultados llena de ceros.
Empezó su aventura cuando, intuyendo una oportunidad, compró una partida de 60 almohadas fabricadas con tejidos completamente naturales en un viaje casual a Holanda.
Volvió a Atenas y un reducido apartamento de recién casado se cubrió literalmente de plumas …
Su mujer confío en él y en su corazonada … Y aquella incomprensible incondicionalidad precipitó al pequeño heleno hacia la aventura de emprender.
Su última tienda se acaba de abrir en Barcelona.
Me acerqué a conocerla. Parecía estar entrando en su casa. El espacio respiraba ambiente de hogar. Una mesa de cocina -eje central como ocurre en todos los hogares - se convertía en mesa de trabajo y marco de una conversación pausada.
Me recibió él propio Paul, con sonrisa sincera y acogedora. Su primeras palabras fueron de cordial bienvenida. En seguida se acercó sirviéndome un vaso de zumo de naranja que él mismo se había ocupado de exprimir. Empezamos a hablar sin prisa alguna acerca de lo que sabía hacer: vender colchones y tratar de hacer la vida más amable a los demás.
Un presidente de una compañía de estas características, sin envoltorios ni distancias, es algo insólito.
Su negocio lo entiende cono un servicio a la sociedad. Su ambición es que el hombre recupere la hilazón necesaria y vital con la naturaleza.
Todos los materiales que utiliza en la fabricación de sus productos carecen de artificio. Cómo él. Sus amados colchones están repletos de caucho , algas , coco, crin de caballo, lino y algodón.
Sabe que no va a poder cambiar el mundo, pero no ceja en el empeño de mejorar el sueño de unos cuantos. Habla de sus colchones con amor. También de su mujer: “su reina”. Es un hombre que dimensiona el éxito con el número de amigos con los que cuenta y el amor que siente por su esposa y sus 4 hijos. El resto no es más que el resultado de que otros compartan el sueño de un buen sueño…
Todos tenemos los nuestros. Lo único importante es no dejar de fabricarlos (ya sean libros, tornillos, lecciones de italiano o colchones).
Y para construirlos, necesitamos un buen descanso…
Y si no descansas, no sueñas.
Y si no sueñas, no descansas.
La producción de quimeras y ilusiones tiene un soporte elemental : cualquier colchón que amortigüe -convenientemente- el grave peso de nuestro reposo, nuestro desvelos o la noche oscura del alma .Tal testigo mudo nos acompañará, también , en la dicha de amanecer un día más ....
Esta es la música que me ha inspirado:
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