"Donde las dan, las toman"

Nunca he tenido problemas en decir lo que pienso. No sé porque me trae sin cuidado…
De todos modos reconozco que hay una palabra, un adjetivo, que generalmente consigue amordazarme : “intolerante”. Luego un sentido de la decencia y de la lealtad a los principios en los que creo, puede más que esa opinión ajena.

Sin embargo hace una horas me he quitado un peso de encima. He leído una de esas frases que desbloquean.
Dice así: “Hay convicciones que fundamentan la tolerancia y hay dudas que hacen tolerar la intolerancia más brutal.”

¿Los policías que desalojan a los acampados en la plazas y vías públicas son intransigentes? ¿O lo son tal vez los indignados que agreden e insultan a quienes no piensan como ellos? ¿Debo considerarme intolerante al juzgar esas actitudes como cómodas y cobardes?

Tener claro qué es eso de la libertad y dónde está el limite de la tolerancia es una de las asignaturas más necesarias en los programas educativos y sobre todo en el seno de las familias hoy.

“Los jóvenes necesitan recibir y sentir certidumbres para liberarse de la experiencia casi carcelaria del escepticismo. Necesitan una educación que les libere del viejo pero persuasivo tabú de que la duda permanente es signo de modestia y de tolerancia, mientras que demostrar certidumbres es dogmático y dictatorial.” (Alfonso Aguiló)

El relativismo del que se ha imbuído la cultura occidental nos está mostrando su cara más cruda. Si nada tiene valor por si mismo , ¿Por qué tu verdad es mejor que la mía…?.

“Donde las dan las toman” dice el dicho popular….Pues eso. Ahora toca apechugar y volver a reencontrar , a reconocer, esos fundamentos comunes que sostenían la convivencia pacífica. Valores anteriores a sistemas, legislaciones y a partidos políticos.

¿Quién se atreve a empezar la búsqueda del verdadero consenso social?



Esta es la música que me inspira el post...Buena mezcla de melodía e imágenes!!.