Rebeldes con Causa
Celebramos hoy el día de quienes se han atrevido con tal
singularidad: los santos. Se arriesgaron
a convertirse en aquello a lo habían sido llamados. Vidas logradas cuyos ecos siguen
resonando mas allá de las fronteras del tiempo y el espacio en que ocurrieron.
¿Existe un sustrato común entre Tomás Moro, Martín de Porres, Teresa de
Lisieux y Teresa de Calcuta?
¿Cómo igualar historias como las de Masimiliano Kolbe o Agustín de Hipona?.
No hay molde que puedan asimilar
testimonios tan dispares. En nada se parecen salvo en su inquebrantable defensa de la dignidad de todo hombre, la fidelidad a Dios en cualquier situación y una vida entregada al servicio de los demás. Cada uno de ellos ha dado a Dios
diluido en sus virtudes humanas más
propias. Cada uno con su peculiaridades, sus "cadaunadas", gustos, talentos, temperamentos,
educación y posibilidades. Sin esquemas prefijados y en primera persona del singular .
Todos han sabido tejer esa urdimbre única de barro y Gracia. Todos han sido referentes de amor encarnado en circunstancias completamente distintas.
Gentes corrientes extraordinarias.
Asi los describía Pilar Urbano
“Un santo es un avaricioso que va llenándose de Dios, a fuerza de vaciarse
de sí. Un santo es un pobre que hace su fortuna desvalijando las arcas de Dios.
Un santo es un débil que se amuralla en Dios y en Él construye su fortaleza. Un
santo es un imbécil del mundo -stulta mundi- que se ilustra y se doctora
con la sabiduría de Dios.
Un santo es un rebelde que a sí mismo se amarra con las cadenas de la
libertad de Dios. Un santo es un miserable que lava su inmundicia en la
misericordia de Dios. Un santo es un paria de la tierra que planta en Dios su
casa, su ciudad y su patria. Un santo es un cobarde que se hace gallardo y
valiente, escudado en el poder de Dios.
Un santo es un pusilánime que se dilata y se acrece con la magnificencia de
Dios".
Durante estos días en las estanterías de grandes superficies se
acumulan calabazas, gorros de bruja o máscaras de monstruos
Si antes el tema tabú era el sexo, ahora es la muerte . Y ,¡mira tú por
donde!, durante este fin de semana se disfraza incluso a los niños de
cadáveres y zombies. Es, como poco, incongruente y francamente, nada alegre .
Recordar a hombres y mujeres que han vivido sin miedo a la vida y sin miedo a la muerte y cuyas biografías nos recuerdan que es posible lograrlo, es un motivo de peso para la fiesta. Recordar sus rostros y rastros de luz en un mundo a menudo invadido por las tinieblas, una necesidad.
Definitivamente prefiero las celebraciones tradicionales .
Definitivamente prefiero las celebraciones tradicionales .
Donde haya castañas y “ panellets” ( el equivalente a los castellanos “huesos de santos”) que se
quiten los pumpkin cakes o " trick or treats". Se mire
como se mire, carecen de gracia alguna.
Esta es la música que me inspira el post.
"De dioses y de Hombres". Una película absolutamente imprescindible.
El testimonio real de santos sin hornacina cuyos nombres están , con toda seguridad, escritos en el cielo.
"De dioses y de Hombres". Una película absolutamente imprescindible.
El testimonio real de santos sin hornacina cuyos nombres están , con toda seguridad, escritos en el cielo.
No quiero ver ni una calavera... lo veo en todos los accesorios y me pongo enferma. Adoro los corazones.
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