MINIS y NINIS



Deberían prohibírselos a los ninis.
Los minis están reservados para abuelas modernas, frikis coleccionistas, madres de familia hartas de coches familiares, agentes secretos y/o  Mr Bean. Punto.
Comprendo que la compañía pueda discrepar, pero creo no ser la única que sufre atragantamientos cada vez que se cruza con conductor  de carnet y mayoría de edad recién  estrenada, manejando uno de ellos.
Son demasiado bonitos para estar al cuidado de quien nada ha hecho, salvo pedir,  por conseguirlos!

Me gustan todos. Icono automovilístico británico por excelencia, combina el  look  deportivo con la elegancia de la tradición. Práctico con estilo inconfundible. Metalizados brillantes y tapicerías  insuperables.

Por eso me pregunto en qué piensan los padres cuando facilitan semejante exceso a uno de sus hijos.
Demasiados caballos para un inconsciente.

Bien es cierto que  cada vez son menos los que comenten el despropósito de mantenerles en el mundo de ficción del tipo "kent barba mágica y barbie". (En este caso -sólo en este- deberíamos dar gracias a los bancos por cerrar la fuente de semejante crédito o descrédito, según se mire).


¿Cómo circulan sin sonrojarse ante la desproporción hiriente...?
A su alrededor caminan miles de pasos desganados por la situación actual, decepcionados,  testigos de  tal exhibición innecesaria.
Miradas dolorosas y conformadas. La mayoría usuarios de trasportes públicos  o de alternativas más económicas y ecológicas.
Ese fue el caso del comercial, de  unos cincuenta y largos, con el que me topé en la portería de casa hace unos días.  Con muy buenos modos y sencillez pedía permiso para depositar folletos publicitarios baratos -  flyers!- en los buzones.
Su GPS: fotocopia  de google maps manoseada.
Su coche: el de San Fernando. Medio a pie, medio andando.

Justo al irse, el morro de un Mini dobló ruidosamente la esquina.
Conducía el bólido  mequetrefe - cuidadosamente desaliñado-  oculto tras gafas solares, de pasta coloreada.

Se me atragantó la comida. No quise mirar. Dolía el contraste y la desproporción.
No más ninis en minis, por favor.


Aquí os dejo un regalo muy en la linea de lo pienso...

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