Hay que vivir


Hay que vivir. Antes que nada hay que vivir.
Y eso he hecho.
Mas bien sobrevivir.
Bien es cierto que una vocecita de mi conciencia  bloguera me acusa del peor de los pecados en lo que a la comunicación on line se refiere:  la no actualización de contenidos.

Pero por más que busque explicaciones plausibles, la verdad es que serían eternas y aburridas .. Interminable resulta la suma de menudencias que me han llevado a ausentarme toda esta temporada.
Y aquí nadie tiene ganas de oír lamentos y quejas.
Yo tampoco. No hay quien resista a los llorones.
Es cierto que el incremento de la frecuencia bloguera era uno de mis propósitos para este año.
Bueno ,.. ¿y?
No me parece que el delito requiera de rectificación pública .(El más cumplidor de mis lectores lance la primera piedra).

Además queridos amigos, me he dado cuenta de una realidad. No existe obligación contractual alguna que  me ate. Esa es una de las ventajas de este mal negocio de la escritura en la red.
Y es que todo esto  no lo hago más que por mi. Ganas de contar y necesidad de hacerlo.
Y si alguno se interesa, pues miel sobre hojuelas .
Sólo una descarga al respecto de la falta de palabra. Voy por la pagina 221 del Señor de los anillos. (¡Y la lucha contra la desidia de seguir avanzando en un mundo de ficción que me resulta todavía tan ajeno, no es pequeña!. )
En fin... Os dejo con la canción que me ha inspirado el post...



Comentarios

  1. Yo, al menos, echaba en falta leerte. Me preocupaba que tardaras tanto en el nuevo post, pero como tú dices, no hay obligación contractual. Gracias por volver.

    Solo puedo recomendarte la canción que más he escuchado ( ignoro el motivo ) durante estos últimos días en los que mi hijo ha estado enfermo y los blogs habituales me sacaban de la preocupante rutina de la preocupación habitual. LA CARCEL DEL AMOR, cantada por José Luis Perales y Ana Gabriel.

    Un fuerte saludo y bienvenida,

    PEDRO.

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