Morir no es sólo morir

Cuando la tragedia viene así y se lleva la vida de una mujer como Teresa, nuestra condición de peregrinos se hace todavía más palpable.
Estamos de paso y a menudo se nos olvida. Somos contingentes y nos creemos imprescindibles, a pesar de que la realidad mortal es la única verdad natural reconocible por todos.
Pero qué difícil nos resulta cada vez que tal zarpazo se hace presente arrebatándonos a seres queridos.
En mi caso, la fe y las buenas compañías son un consuelo.
También la poesía. Por eso la comparto.

"Morir no sólo es morir.
Morir se acaba.
Morir es una hoguera fugitiva.
Es cruzar una puerta a la deriva y encontrar lo que tanto se buscaba.
Acabar de llorar y hacer preguntas;
Ver el Amor
sin enigmas ni espejos;
Descansar, vivir en la ternura;
Tener la paz, la luz; la casa juntas;
Y hallar, dejando los dolores lejos,
la Noche -Luz,
tras tanta noche oscura."

(José Luis Martín Descalzo)

Descansa en paz y en la ternura, Teresa. 
Has cumplido con creces tu misión: servir a Dios y a los demás, siendo feliz aquí, para luego (¡ahora, ya! ) serlo eternamente.
Gracias por todo el bien y la alegría que has sembrado a tu paso. 
Has sido un ejemplo para los que hemos tenido la suerte de conocerte. 
Te echaremos de menos.