60.000 ataúdes son suficientes
En pocos días la ley de la eutanasia, ahora en el Senado, validará un holocausto macabro.
¿Acaso esos miles de ataúdes que llevamos sumados-más de 60.000 en cifras oficiales- no han sido suficientes?
Mis líneas pretenden ser un grito, un llamamiento urgente a la revolución de la conciencia.
¿Vamos a permitir este atropello? Ni una protesta, ni una queja. Sin hacer ruido nos dejamos aplastar.
Esta urgencia en legislar el derecho a la muerte, ¿a qué se debe?
¿Dónde está la demanda? ¿Dónde la necesidad? ¿ El bien jurídico que proteger? ¿Dónde se encuentra la justicia, la proporción? ¿ Dónde el motivo que da razón a esta iniciativa tan oscura?¿Ha habido debate que la suscitara?¿Dónde se esconde la humanidad, el agradecimiento, la dignidad en ese facilitar y precipitar la muerte a otro ser humano?
Lo que sin duda encontramos en este empeño funesto es confusión, manipulación y propósito de imponer un programa ideológico concreto, aprovechando la excepcional coyuntura de paralización social.
Son muy pocos los enfermos que claman por la muerte. En realidad todos claman por el cuidado.
No quieren sufrir, quieren alivio. Necesitan remedio a un problema.
Y la muerte no es ni un tratamiento ni una solución.
Los cuidados paliativos sí lo son.
La muerte es el fin. Lo irreversible. Lo irresoluble. Lo intratable.
Aun siendo jurista y no médico, me enciende especialmente el hecho de que esta ley utilice a los profesionales de la medicina como meros ejecutores. ¡¡La objeción de conciencia les está limitada en este esperpento legislativo!!
¿No sería más razonable crear un cuerpo de técnicos que administraran las dosis letales correspondientes? Un grupo de verdugos del reino, al servicio de la política selectiva para acabar con el material sobrante e inútil. ¿Por qué traspasan semejante responsabilidad a los médicos comprometidos con el cuidado de la salud y la vida?
Asoma de fondo una intención no reconocida del tipo: - "Ya si eso..., lo haces tú"-
La llaman "muerte terapéutica".
¿Puede ser más grueso el eufemismo?
Me despido con Delibes, que viene muy bien al caso. Tal vez él consiga que gobernantes y gobernados repensemos las cosas. Nos va la vida.
"Cuando alguien imprescindible se va de tu lado, vuelves los ojos a tu interior y no encuentras mas que banalidad, porque los vivos, comparados con los muertos, resultamos insoportablemente banales"
Esta es la canción que me inspira hoy
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