Triunfar sin talento
La necesidad de reinvención personal o profesional es una de las consecuencias que la pandemia nos ha traído.
Ante la actual situación de incertidumbre y cambio, durante las sesiones de coaching algunos de mis clientes centran sus retos en llevar a cabo una buena transición laboral y vital. Es un momento cargado de desafíos.
Hace poco tiempo llegó a mis manos un artículo sugerente "10 cosas para las que no necesitas talento". Tips accesibles para mejorar, independientemente de los dones y recursos de los que dispongo.
La idea me pareció posibilitante.
Yo he rehecho esa lista a mi medida (me salen 11 ideas y no consigo recortarla😅) y quiero compartirla. Creo que pueden ayudar tanto a los que buscan una oportunidad de trabajo como a los que quieren crecer en algún aspecto de su vida personal o familiar. Ahí va mi receta.
"11 formas de triunfar sin talento"
1- Cuida tu aspecto
Es una muestra de deferencia. Tomarte la molestia y el tiempo en asearte, pensar como vestirte, procurar agradar al otro es una manifestación elevada de consideración y respeto al alcance de todos los bolsillos. La primera impresión suele ser determinante.
2- Sé puntual.
Un modo concreto de demostrar que tus compromisos no son más importante que los de los demás y que sabes gestionar tu agenda. Objetivo: llegar 10 m antes y ser tú quien esperas. ( Not too bad!!).
3- Sé paciente.
Cuando no te salen las cosas, trátate bien: la autoexigencia y el perfeccionismo sólo traen tristeza, tensión y amargura.
Cuando, en cambio, los que te enervan son los demás intenta encontrar atenuantes para sus comportamientos. Convertirnos en prestidigitadores de excusas para los otros nos ayuda en nuestras relaciones mutuas y facilita tener más comprensión incluso hacia nosotros mismos.
4- Sé generoso en la medida que puedas.
Con tu tiempo, como mínimo. Si lo das, en realidad das parte de tu vida y ese es el bien más valioso del que disponemos. Además la generosidad suscita generosidad. Un boomerang que acabará volviendo a ti, seguro.
5- Sé amable, cortés.
Cuesta muy poco ejercitarte el arte de la amabilidad y la vida se hace más llevadera sean cual sean las circunstancias. La cordialidad es un atributo sencillo pero de una enorme valor oculto. Pedir las cosas por favor, lo hace todo fácil. Esforzarte en mirar a los demás con compasión y dirigirte a ellos reconociendo su valor te engrandece y dignifica a ti también. La amabilidad sincera es un sumatorio que favorece la buena convivencia y ayuda a ser muy feliz.
6- Sé agradecido.
Además de ser característica de bien nacido es una cuestión de tener claro que todo -¡todo!- de lo que dispongo es don. Nada me lo he dado a mi mismo. Agradecer a otro cualquier servicio es predisponer bien a mi interlocutor y recordarme al mismo tiempo que soy un ser interdependiente, necesitado de los demás. La prepotencia y el atropello resultan estériles y generan un profundo rechazo a tu alrededor.
7- Sé humilde, acepta las correcciones del vecino o de la vida.
Encajar bien los golpes es un doloroso remedio muy eficaz para situarnos respecto a la realidad.
No soy el centro del universo, no lo hago todo bien y la vida continuará sin mi cuando ya no esté por aquí.
Pedir perdón y pedir ayuda, cuando se precisa, es un modo muy concreto de practicar esta virtud y una forma de empatizar casi inmediata.
8- Estés donde estés, mantén una mentalidad de aprendiz. Siempre puedo crecer. No lo sé todo. También mis errores y fracasos son parte del camino del éxito. Plantéate qué has sacado en claro cada vez que falles. Sé disruptivo. Atrévete a situarte fuera de tu zona de control. Tal vez tengas que dar un paso hacia atrás o hacia un lado para conseguir tu objetivo final pero recuerda algo: eres mucho más que tu situación actual.
9- Sé positivo. Busca la parte - por pequeña que sea- de conocimiento, de superación, de oportunidad que esa dificultad que se te presenta te proporciona. Asimismo, procúrate estímulos -ilusiones pequeñas- que te ayuden a levantarte cuando cuesta.
10- Cuídate física y espiritualmente
Cuerpo y alma necesitan atención; tanto una alimentación saludable como un descanso nutritivo. En este sentido, soy partidaria de la práctica del ocio constructivo. Apártate en lo posible de la televisión y los dispositivos y al menos pasea. Sin duda aumentará tu capacidad de enfocarte en lo que tengas por delante, de pensar por cuenta propia y de paso, casi sin darte cuenta, tu resistencia física. Una inversión en tu futuro muy rentable que sólo depende de ti.
11-Mantén tu palabra. Sea tu sí, sí, tu no, no. Ser alguien predecible, con quien poder contar, genera confianza, la base para iniciar cualquier proyecto o relación de éxito.
En definitiva: Es cuestión de actitud no aptitud. Si a nuestras capacidades -las que sean- les sumamos estas disposiciones nuestra opciones de victoria en aquello que nos propongamos, se multiplican.
Mientras estemos vivos, siempre tendremos recorrido para triunfar sin talento. Depende de la capacidad de trabajar en nosotros mismos el poder alcanzar el éxito verdaderamente perdurable: ser cada vez más persona.
Os dejo con estos consejos de Toni Nadal. Vienen muy al caso.
Buenísimos!
Muy buenos consejos, se los hago leer a mis hijos. Gracias!!
ResponderEliminarTambién yo a los mios 😉
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