"Cariño : ¿ Qué quieres ser de mayor?"

La tentación de poner sobre la cabecita de mi hija algún tipo de peso para evitar su crecimiento, ha rondado por mi mente en más de una ocasión.El arrepentimiento viene de inmediato cuando percibo los destrozos que deja tras de sí la sociedad formada por jóvenes (y no tan jóvenes) que no quieren crecer.
Familias rotas, crisis financiera, drogas y violencia manifiestan un sentimiento de decepción, tedio y fracaso que tiene mucho que ver con todo eso.

La inmensa mayoría de los padres nos movemos por una razón tan elemental como el sentirnos necesarios. Y eso nada tiene de extraño. Sin embargo, el amor paterno-filial a menudo camufla una poco consciente búsqueda de nosotros mismos. Sin darnos cuenta, proyectamos sobre ellos sueños no conseguidos de seguridad y de éxito. Tal vez sea esa la razón que nos lleva a procurar facilitarles todo lo que sea menester para el camino hacia la supuesta edad adulta.

La tendencia general es la de evitar en lo posible que convivan con la imperfección, con la falta de previsión, con los problemas y el malestar propio y ajeno.
Los protegemos demasiado y lo estropeamos todo.

Una detallada planificación académica y resultados sobresalientes parecen ser lo verdaderamente importante. El modo que tienen de corresponder a tanto desvelo.

Y en las casas no se habla de sueños de cambiar el mundo, de dejar la vida para ganar un corazón, de aventurarse con lo imprevisible,con lo poco controlable. El horizonte de muchos de los adultos se reduce a las próximas vacaciones, y el de sus hijos se concreta en el fin de semana.

Tras el periplo universitario la pared del salón se cubre de títulos. En torno a ellos la familia parece respirar algo parecido a la satisfación.
Imperceptiblemente, la casa se ha vaciado de la alegría y el espíritu emprendedor propio de la juventud.
Y los "niños" parecen tranquilos y los mayores tachan días de calendario esperando la llegada de mes agosto.
Y los años pasan y los corazones se arrugan
Y los años pasan y los hijos ya no vuelan... sólo planean
¿Vamos a permitirlo?

Un vídeo muy elocuente... y la voz en-off no tiene desperdicio