Juego sucio
Entrar en los motivos que llevaron a una responsable de festejos de un ayuntamiento, para más datos la Sra. Gual, a realizar semejante despropósito podría parecer osado pero es que no hace falta. Ella misma afirmó que había una intención clara. Respondió a quien le preguntaba diciendo que con este tipo de actividades lo que buscan es contribuir a evitar entre los participantes de 11, 12 y 13 años la creación de un imaginario sexual machista, de violencia y poco saludable. Por lo visto procurar, por ejemplo, que una niña esté dispuesta a que un chico reviente un globo contra sus nalgas practicando posturas del kamasutra lo evita.
No dudo acerca de su profesionalidad como agentes de lo lúdico. Conocen bien el atractivo de una iniciativa donde se ofrece algo tan sugerente para los niños como es una
competición donde se testee su ingenio, destreza, imaginación o capacidad estratégica.
Sin embargo, utilizar esos juegos para tratar de educar sexualmente a los asistentes, me parece un abuso mayúsculo
Corromper la ingenuidad infantil, oscurecer la trasparencia de sus miradas es un delito y una falta de respeto hacia los padres y educadores que tratan de acompañar su ritmo de crecimiento en todos los ámbitos.
El riesgo es que una vez rasgado el himen de sus miradas trasparentes, es difícil recuperar lo perdido.
No es un juego inocuo. Es juego sucio y con propósito, como mínimo.
¿Tenía mala voluntad la Sra. Gual? Sinceramente no lo creo. Ella, como tantos otros, es una víctima más del pensamiento único que nos envuelve y de la intoxicación ideológica que amenaza con invadirlo todo. Empezando por las cabezas de nuestros responsables políticos.
Unos pocos ideólogos toman la palabra, trabajan un mensaje ampliado con el altavoz de medios afines y buscan configurar otras vidas- justificando las suyas- a través de lo políticamente correcto. Esos principios incuestionables resultan dogmas de fe incuestionables- y ay de los intolerantes que se atrevan a ponerlos en duda - .
No olvidemos que en muchos de los casos, estos botarates están convencidos de que hacen lo lo que deben. Los hijos no son de los padres. Son del "servei de la juventud" de turno que se ocupa de educar su tiempo libre para desarrollar una identidad sexual acorde a lo que ellos consideran equilibrado. Un servicio público por el que liberan a sus paisanos de esquemas decimonónicos que constriñen a quien los sufre y los alejan de la felicidad que prometen con el seguimiento de sus postulados.
Déjeme que le diga, Sra. Gual, que va a ser que no.
Que muchas gracias.
Que preferimos ocuparnos nosotros de nuestros hijos, asumiendo todos los aciertos y errores correspondientes y que ustedes dediquen su tiempo y nuestros impuestos a gestionar otro tipo de asuntos que sí requieren de su atención y profesionalidad.
PD: Acabo de conocer la noticia de la dimisión de la Sra. Gual. Me alegro de que tenga la decencia de saber reconocer un error y asumir las consecuencias. Le honra.
Os dejo con una campaña que viene al caso y merece una reflexión
Angelita , sin entrar en el discurso sobre demagogias ridículas de algunas políticas de izquierda te puedo decir tan solo que a esta señora , simplemente , se le ha ido un poco bastante la pinza , saludos y espero que estés mucho mejor
ResponderEliminarDesde luego Angelita qué difícil es publicar un comentario en tu blog , qué caros vendes tus renglones . No estoy de acuerdo en absoluto con la política de fase de aprobación de los comentarios . Una cosa es que un aburrido escriba un disparate , un insulto o una sandez tremenda , y otra cosa es esta purga y censura que te traes con los comentarios del blog , como si fueran a manchar o corromper tu artículo . Es sólo una opinión , pero me parece una falta de delicadeza y afecto hacia los que te leemos y seguimos , un tanto desconcertante , la verdad
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