Busco traductor ruso


Por favor, ¿podría alguien traducir a Jesús Montiel al ruso?
Creo que es el único modo de hacer cambiar el rumbo de la historia. 
O conseguimos que el corazón de los que mandan se humanice o estamos abocados al fracaso absoluto.
Sólo los poetas, los niños y los mansos pueden arreglar este desaguisado.
Cuando llega la noticia de la ejecución del director de orquesta Yuri Kerpatenko por su negativa a celebrar la injusticia y participar en  la mascarada de poner la música al servicio de la propaganda y la mentira, deben saltar todas las alarmas. Si acallan el arte, si ahogan la casa de la belleza en la que cabemos todos, estamos perdidos. 
Necesitamos soluciones nuevas. 
¿A Putin le detiene algo más que sus necesidades fisiológicas de sueño, alimentación y  evacuación? Le urge una pausa para recuperar la paz y la sensatez. Cuando el ego está desbocado necesita de una brida que lo ciña o una sacudida que lo tire del caballo. Y esa fuerza reductora viene, en la mayoría de los casos, de parar y reflexionar sobre tus propios pasos. Viene de levantar la mirada. Viene  del descubrimiento de otra forma de ver el mundo y a los demás. De esos fogonazos de lucidez que nos proporciona la observación de la belleza en todas sus formas. 

Esa es la gran aportación de los niños, de los mansos, de los artistas y muy especialmente de los poetas. Nos guían por el camino del asombro y la contemplación tranquila. Descubren hermosura y verdad donde los demás solo advertimos la realidad más plana. Y despiertan en nosotros ecos dormidos de la grandeza, de la transparencia de la que todos estamos hechos. Reconocemos en lo que dicen o hacen cosas que, en lo más hondo y secreto de nuestro ser, nos hemos planteado respecto a nosotros mismos y los demás.
Nos recuerdan que somos dignos, que somos buenos, que hay brillo en el fondo de nuestra oscuridad.
Que somos todos hijos.
Y son capaces de mirar al mundo con esperanza porque ven destellos de lo eterno donde el resto solo vemos inmediatez y vacío. Y, sin pretenderlo contagian esa esperanza que hace posible sobrevivir, avanzar, perdonar, pasar por alto, rectificar y ser dignos de ser llamados personas.

Ya lo decía Dostoyevski: "La belleza salvará al mundo"
No podemos amordazar el arte. Debemos atrevernos con la esperanza.
Incluso Putin puede hacerlo. Sólo le hace falta pararse y leer cualquier libro de Montiel, escuchar algún concierto de su paisano Rachmaninoff o entretenerse con un pequeño, ucraniano o ruso, y maravillarse ante una mirada genuinamente humana, que un día se pareció a la suya.


Os dejo con la música que me ha acompañado hoy especialmente. 
Alexander Garvrylyu de Kiev interpreta de forma sublime al compositor de Moscú en su concierto numero 3... Quién puede dudar de que el arte hace posible la paz.  


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