Pantallas infanticidas


La mayoría de los niños de hoy sufren de hipnosis crónica frente a cualquier dispositivo electrónico con pantalla líquida. Sus ojos han perdido parte de su característica apertura ocular ante la realidad y,  en casos de dependencia aguda, el iris esconde un escepticismo de viejo impropio de la edad en la que se encuentran. Presentan una mirada dormida, atónita, hueca, cadavérica.
La exposición continuada a esos brillos devastadores está amenazando su infancia.
Los educadores no nos estamos dando cuenta de la urgencia de alejarlos de ese foco de luz cegadora y proporcionarles a cambio tiempo de juego y pausa para recrear un mundo distinto.
Los niños de hoy son los pensadores del futuro. Sus mochilas están cada vez más cargadas de nuevas tecnologías útiles en un universo de ficción pero irrelevantes para gestionar la realidad. Su imaginario infantil está repleto de escenas concebidas desde la mente de un adulto, muchas de ellas cargadas de violencia, sexualidad explícita y mentiras. Estos serán los paupérrimos contenidos de la memoria visual de los líderes del mundo en las próximas décadas.
Y lo padres somos los primeros que debemos despertarles de la modorra que los atenaza frente al televisor o cualquier otro medio de comunicación audiovisual, para liberarlos de esa sutil esclavitud que les impide hacer lo que les corresponde : imaginar por ellos mismos .
El mando a distancia, el ratón o similar debe estar a nuestra disposición y bajo nuestro control No son ellos quienes deben dirigir y formar las mentes de nuestro hijos. No son ellos los que deben organizar nuestro tiempo juntos.
Necesitamos recuperar las horas que ya nos han robado.
Recobremos el descanso familiar sabroso. Sin prisas. Enriquecedor. Conversador. Sin intrusos que , presentándose en cualquier momento, invadan nuestra intimidad
Atrevámonos a prescindir de su presencia diaria, entrometida, ruidosa, en los espacios de recogimiento sagrado como son ( o deberían ser ) nuestros hogares.
Llenemos  la casa de historias ciertas. Seamos nosotros los guionistas.Tomemos el control
Nos falta sólo el convencimiento de que es posible.
Evitemos que devoren su niñez.
Estamos cansados. Llegamos muy cansados . Si no somos capaces de iniciar una conversación- si ni siquiera podemos seguirla- seamos capaces, al menos, de desconectar el electrodoméstico en cuestión y disfrutemos del reposo del silencio compartido. Son instantes verdaderamente reparadores y humanos.
Les enseñaremos a dirigir la mirada hacia lo permanente, lo valioso, lo equilibrado, lo bello. 

Si les dedicamos tiempo, ellos no regalarán la transparencia de su mirada . Su corazón infantil dispone de un GPS de serie, que detecta cualquier chispa de grandeza y misterio en la pequeñez de su entorno más cercano.Todos saldremos ganando
Juguemos con ellos al parchís, a cocinitas. Juguemos al mus, al ajedrez o a las chapas. Agachémonos, acerquémonos. Paseemos juntos. Hablemos .Cantémonos. Oigámonos. Mirémonos. Descubrámonos. Tengámonos. Acompañémonos. Estemos juntos, muy juntos. ¡Vivamos¡
La música que me ha acompañado en este post: "Out of Africa" de John Barry

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