¿Exhibicionismo público?
Al señor que aireaba sus genitales ante un grupo de niños, hace no tanto tiempo, se le llamaba exhibicionista y cualquier adulto que presenciara el espectáculo solía molestarse en llamar a la autoridad de turno o invitaba al susodicho a mostrar sus encantos en otros foros. Nadie dudaba de que lo deseable era que los menores no fueran testigos de los desvaríos y oscuras debilidades de tal personaje…
Hoy el adulto no sólo es cómplice del despropósito si no que es la propia “autoridad competente” (permítanme entrecomillarlo!) la que promociona y paga semejantes atropellos… y además con el dinero de todos!!!
Para muestra, un botón.
En la pagina web de Consellería de Salut de la Generalitat de Catalunya , una señora entradita en años, frente a un mostrador de postizos penes erectos , se toma la molestia de enseñar a los telespectadores cómo se lleva a cabo la sesuda técnica de enfundarse el tal profiláctico.
¿Qué sentido tiene destinar nuestros escasísimos recursos públicos a la enseñanza de la colocación de un artefacto de complejidad similar a la del pasamontañas, gorro de ducha o de piscina!.? ¡En qué poca consideración tienen ustedes a los jóvenes (¡y a los contribuyentes!)!
¿A qué vienen las animaciones eróticas multimedia publicadas en la mencionada página con las que pueden distraerse los púberes de hoy, sin más esfuerzo que hacer un clic?.
A los responsables del departamento de Salut de la Generalitat les formularía la siguiente pregunta: si tienen ustedes hijos y si tienen que contestar a las preguntas –que sin duda les harán- acerca del sentido de la sexualidad ¿se atreverán- sin enrojecer- a responderles remitiéndoles a estos enlaces?¿O procurarán , como intentamos todos, explicarles el profundo y maravilloso sentido del encuentro personal que se establece en la relación sexual entre el hombre y la mujer?
Creo que es necesario hacer un parón y reflexionar sobre nuestro papel de educadores , y en concreto de educadores de adolescentes : ¿ Cómo estamos formando a la próxima generación de ciudadanos y líderes sociales?.
Estoy convencida de que, afortunadamente, la mayoría de nosotros ( y confío en que también la mayoría de nuestros políticos), aspiramos a que nuestros hijos tengan sueños , ilusiones y objetivos mucho más ambiciosos, útiles y solidarios que el mero interés personal de - hablando mal y pronto- “echar un buen polvo”, con o sin preservativo.
Esta es la canción que me ha inspirado
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