¡Hola!. Soy Edu. Feliz Navidad.

Este año no he conseguido felicitación navideña tecnológica.
Sin embargo este año,  el video se ha hecho carne... He conocido a un Edu .
Es el mejor mensaje que tengo para vosotros en estas fiestas.
Edu - 7 años, hijo de una buena amiga de épocas universitarias -sufre una enfermedad de pronóstico más que reservado.
Hace una semana  estuve con ellos un ratito.
Es un niño absolutamente adorable. Ingenuo, cariñoso. Transmite dulzura con cuanto dice y hace...
Mi hija Beatriz, desde el día de su primera comunión, reza a diario  por él. Se empeñó en conocerlo personalmente. Pensé que llevaba razón. Uno y otra saldrían ganando con la visita.

San Juan de Dios fue el marco de nuestro encuentro. Dos niños con circunstancias radicalmente distintas acompañándose mutuamente. Con naturalidad, con cercanía, con ternura.

En un momento de nuestra entrañable charla le dijimos cuánto rezábamos por él. A diario y nominalmente.
El contestó categóricamente ."Pues cuando rezo yo, pido que se curen TODOS los enfermos".
(Nueva lección infantil. Su plegaria era mucho más generosa ...No sólo su curación, sino la del resto del mundo mundial).
Sin embargo no reprochó mi insistencia en seguir haciéndolo especialmente por él. Porque a los otros enfermos -argumenté- no teníamos la suerte de conocerlos tan de cerca.

A Edu le encantan los palitos de pan (como a mi). No le gusta el fútbol. Sus dibujos animados  favoritos son las ardillas Chip y Chop de Disney  y dice que lo mejor de estar enfermo es no ir al colegio ( secretamente nos confesó que a veces no le dolía la cabeza pero que  se quedaba en casa de todos modos).

El 24 vuelven a realizarle un tratamiento. Ese día muchos celebramos la noche en la que  Dios se hizo niño...
Entiendo porque quiso ser uno de ellos. Son almas translúcidas, ¡tan Suyas!. Transparentan Bondad, verdad y belleza sin pretenderlo. Sólo siendo.

A los que soléis rezar o lo habéis hecho alguna vez os pido que ese día ( y en adelante) lo tengáis presente...Los milagros existen y él necesita uno.
A los que no lo hacéis, os pido  que lo recordéis en los momentos  en que os incomode el comentario del cuñado,  la suegra, o el vecino ... No muy lejos de donde festejéis  Edu no estará para muchas celebraciones.
Se trata de conseguir una  cadena de solidaridad y esperanza. Que el  sufrimiento de Edu ( y el de los suyos) sirva al menos para que, los  más ligeros de carga, procuremos hacer más amable el mundo pequeñito que se presenta a nuestro alrededor.

Él con su sonrisa confiada lo transforma diario.
¡Ánimo Edu!. Estamos contigo. Feliz Navidad