5 hijos para cambiar el mundo


-¿Cinco hijos??...No tenías tele, me imagino-
Llevaban razón. Durante una buena temporada disfrutamos de su ausencia y el tiempo nos parecía mas denso.Conscientes de que esos primeros pasos debíamos aprovecharlos, la atención se centraba en los habitantes del pequeño universo de nuestra familia.

A eso se le sumó la dosis de atrevimiento extra propia del inicio  de una aventura como la del matrimonio o la de lanzarse a tener descendencia. Una chispa de locura que adormece la tendencia calculadora que, con el tiempo probablemente, vuelva a instalarse. Por suerte para nosotros y para ellos, ésta última llegó tarde,
De pequeños la cifra me parecía corta. Recuerdo abarcarlos a todos en un solo abrazo...Cabían bien . Ahora que van tomando decisiones y ejercitan su libertad "sin mi permiso" puede que  el 5 sea un número considerablemente más imponente. Se me escapan.

Y a quien no.. ? Los hijos no son nuestros. Nunca lo han sido, aunque a veces ingenuamente o inconscientemente lo hayamos creído

Las suyas son biografías por escribir. ¡Qué  panorama de bien se abre ante ellos, si quieren!.
Ya lo he dicho en alguna otra ocasión , la buena educación contribuye a educar  líderes  para cambiar el mundo.
Pero sólo lo harán si se lo proponen.
Decía G Eliot:"¿Qué es una oportunidad para el hombre que no puede, no quiere, aprovecharla?. Un huevo sin fecundar que las oleadas del tiempo arrastran hacia la nada" 
Los hijos de este primer mundo las tienen... Otra cosa es que se atrevan a sacarles partido.
Es sólo suya la lucha por  por llegar más lejos y ser mejor personas.
Para ser felices y hacer felices a muchos otros convirtiéndose en don para los demás.
Tan solo necesitan haber adquirido antes sentido de realismo mezclado con coraje para tratar de hacer cosas  de otro modo.
Esa es la parte que nos corresponde como padres. Mientras los tenemos cerca  nos toca evitar sobrevalorarlos, sobreprotegerlos  y al tiempo quererlos con incondicionalidad que les prepare para abordar la misión de construirse construyendo.
"Dar forma a nuestra propia vida, es nuestra  propia tarea. Según lo hagamos, será algo bello o será objeto de vergüenza para nosotros. Trazamos sus límites y unimos pieza con pieza, les damos las proporciones necesarias y ponemos fin a la obra. Puede resultar algo lleno de belleza y de alegría perennes. ¡Qué Dios nos perdone si desviamos nuestra vida de la senda de gloria que Él le señaló!" W.Warren
Ojalá se mojen y crucen el río. Ojalá les preparemos para ello.
La orilla espera llena de oportunidades por descubrir.





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