¿El feminismo flojea?

Me da la impresión que al feminismo está perdiendo fuelle.

Parece que su discurso no es suficiente y necesite ser superado por el del colectivo queer, hoy en pie de guerra en defensa de la transexualidad. 

La ideología de género aventaja y suplanta a las feministas- a las que entiendo considera conservadoras- y pretende adoctrinar al que se le ponga por delante, tildando de retrogrado a quien ose estar en contra. Su misión es en el fondo ( y en la forma) establecer la supremacía de la ley del deseo frente a la "dictadura" de lo real. 

Esta corriente de pensamiento busca someter y doblegar, entre otras cosas, la biología humana - definida en masculino o femenino en el adn de cada una de nuestras células - al arbitrio de  voluntades heridas por la dificultad en aceptar el propio cuerpo y envalentonadas por un emotivismo infantil que permite creer que todo se puede.

Y por paradójico que parezca, tales pretensiones están tomando la calle y llevan a situaciones de lo más grotescas como la que ocurrió hace menos de un mes en Escocia. Su primera ministra, tuvo que renunciar al cargo por el caso Adam: el violador que, condenado a la cárcel, transicionó a mujer y entró en una cárcel de mujeres para salir, después, rechazado- lógicamente- por sus compañeras de celda y meterse con peluca rubia, pestañas postizas y anorak rosa en la de los hombres. (Al conocer la noticia- dicho sea de paso -sentí profunda compasión por ese desgraciado... Desgraciado antes, durante y después).

Pero es que por el mero hecho de saberse mujer, pudiera también, por ejemplo, cualquier varón de un consejo de administración - de esos que el gobierno actual impone una cuota femenina del 40%- decir que hoy se siente mujer, cambiar de sexo en el registro civil (sin necesidad de travestirse y las veces que lo requiera), mantener su silla en ese mismo consejo- "porque me reconozco mujer"- respetando la cuota y, cuando mejor le convenga (si es esa su santa voluntad), volver a sentirse macho man y retornar a su feudo. 

Es 8 de marzo y las legítimas demandas feministas, han sido secuestradas por un movimiento mucho más fuerte e irracional. Todo los avances en igualdad de oportunidades y derechos conseguidos hasta el momento parecen palidecer frente a las nuevas exigencias queer defendidas hoy desde la mayoría de los centros de poder. Mientras, el mundo avanza intoxicado y desnortado hacia la sinrazón y la infelicidad de una vida dominada por la insatisfacción permanente acerca de quiénes y lo que somos. 

Al menos tengo claro una cosa: sólo saldremos vivos de este tsunami ideológico si nos atrevemos a pensar por cuenta propia y a discrepar.

Os dejo un video que me ha encantado. Una reflexión brillante que ayuda a pensar hacia dónde vamos con tanta demagogia.

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