Saber mirar, es saber amar
Y yo que me sentía tan orgullosa.
400.000 visitas al blog no me parece un número nada desdeñable. Mientras me perdía en ensoñaciones al modo cuento de la lechera sobre el efecto que el algoritmo produciría en mi posicionamiento en redes, la realidad me ha abofeteado sin piedad.130 millones de usuarios diarios acuden a plataformas de pornografía.
Mi propósito al escribir es claro: o compartir algo que me ha conmovido - de lo contrario, reviento- o transmitir alguna idea que pueda cuestionar planeamientos del pensamiento único imperante y ayudar a ver las cosas de modo distinto.
Sin embargo, ante este dato demoledor, hoy puedo entender cómo se sentía David frente a Goliat. La fuerza gigantesca del pensamiento deshumanizado avanza incólume arrasando sin piedad lo que tenga por delante y aplasta a los que, siendo extremadamente pequeños, combatimos como mejor sabemos contra él.
¿Mis reflexiones se pierden en el vacío?
Vuestros comentarios me hacen creer que no.
Sin embargo, parece que las cosas sigan igual
Una profunda decepción, que muchos ya conocéis, me invade respecto a los legisladores y me hace pensar que, en lugar de trabajar al servicio de la comunidad, trabajan al servicio de si mismos. Doblegan su compromiso y su honor- si es que les queda algo- ante los que aprovechan la debilidad humana para engruesar sus bolsillos, malecientos y miserables.
Me pregunto qué impide acabar por ley con está degradación, y por qué, en cambio, somos tan rigurosos con el tabaco, las bebidas alcohólicas y la velocidad en carretera. Unos matan el cuerpo, otros la dignidad propia y ajena.
Está claro que los que pensamos de otro modo hacemos menos ruido pero, aun así, estoy convencida de que podemos ganar la batalla. Igual no en el Parlamento pero si en los hogares.
Si nos lo creemos, la onda de la inteligencia y la creatividad someterá a semejante coloso. La arena del enfrentamiento está en nuestras casas y nuestras agendas. En nuestro modo de plantear el tiempo libre de cada uno y el de nuestros hijos. Es fundamental defendernos de esta ola de inmundicia y ocio destructivo y contraatacar con ocio que construya. Los libros, las buenas conversaciones, sentirse querido, escuchado, el deporte o el buen cine, jugar en familia, la armonía de la naturaleza o el arte en cualquiera de sus formas son arsenales de munición poderosíisma. Las pantallas no ejercerán ese dominio sobre nosotros si no les damos tiempo, si no les damos vida.
Se trata de reeducar la mirada propia y la de los que tenemos a nuestro cargo. Alimentarla de belleza, de verdad. Que lo único que nos colme sea lo real. Con su limitación y su grandeza.
Tal cambio de perspectiva repercutirá en el modo de ser felices, de sentirnos completos, de encontrarnos con los demás. Miraremos y seremos mirados desde los profundos ojos del alma asombrados ante el magnifico espectáculo de la persona humana.
Acabo con la escena que más gustaba a mi madre, de la película de Garci "Canción de Cuna". Eran, junto con "El abuelo", sus cintas favoritas.
Está claro que Fina, hilaba muy fino."Saber mirar, es saber amar".
Sé que estarías orgullosa de mis 400,000 visitas. Van por ti, mamá.
Tú escritura impecable como siempre . Me ha emocionado mucho esa escena de la película..Qué tesoro de madre tenías y tienes , querida Angelita .
ResponderEliminarComo dijo Antonio Gala , se es escritor o se escribe más por necesidad que por vocación . Enhorabuena una vez más y buena Semana Santa Angelita
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