Coaching para bajitas

Siendo una mujer que no alcanza el 1,60 de altura, muchas veces me he preguntado el por qué de una autoestima tan alta. No he asistido a ningún curso de perfeccionamiento personal, ni me tenido que empeñar en practicar la visualización positiva.

Soy una persona sin complejos y feliz de ser quien soy. Sea como sea.

Y eso creo yo, has sido gracias, a mis padres. Fueron capaces de crear un hogar donde te sentías seguro y querido simplemente por ser tú!.

Tuve un “pasado oscuro” en el mundo de la farándula. A los 10 años ya sabía lo que era grabar discos, aparecer en los medios de comunicación, firmar autógrafos y moverme con soltura y naturalidad mientras cantaba con los Nins, frente a aforos repletos de gente que esperaba oírnos . Puedo aseguraros que no es este el principal motivo de la elevada tasa de seguridad personal que tengo en sangre

Mis padres , desde muy pequeña, me encontraban todas las gracias. Y al mismo tiempo no me reían todas esas gracias. Cuando hacía algo bien , lo valoraban, y si lo hacía mal, también me lo decían..... Me exigían porque decían que era capaz de mucho más. Me explicaban el sentido de los límites y el por qué me ayudarían a ser más feliz. Me enseñaron a singularizarme cuando fuera necesario, sin ningún tipo de reparos. (Y al tiempo a tener bien claro que yo no era el centro del universo ). Me recordaron , cuando me sentía juzgada injustamente, que yo valía todo el oro del mundo , aunque algunos no lo supieran admitir . Me ayudaron a luchar contra las adversidades, sin dramatizar. A aprovechar los aprendizajes de los fracasos . Me animaron a reírme de mis tropiezos y a no hacerlo de los de los demás. Me mostraron como cualquier persona tenía -por el mero hecho de serlo- algún talento, y que lo importante era reconocerlo , y ponerse a trabajar para sacarle brillo.

Y todo ello, sin faltar jamás a la verdad.

Siempre estuve orgullosa de ellos.

No recuerdo ningún castigo ejemplarizante. Tal vez tenga muy mala memoria ( también eso puede ayudar algo a la construcción de esa autoestima tan potente), pero no recuerdo haberles hecho pasar grandes malos ratos … Lo peor que podía ocurrirme era decepcionar a unos padres tan buenos , que me querían tanto.

Este ha sido mi diván y el mejor de los coachings: tener una familia tan espectacular y a unos padres tan maravillosos con los que Dios me ha compensado , pase lo que pase y venga lo que venga

Así que podéis llamarme , y con razón :”La bien nacida y la bien pagá”!!!

Y por cierto y ,con vuestro permiso, aprovecho para decir : viva la madre que me parió!!!!!

La música que me ha acompañado en este post: "Me siento seguro" de Mocedades

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