Mojama cerebral

Confieso que los calores de este verano me han provocado un penoso estado de aridez mental.

Hace un par de años oí como una mujer de campo contaba el proceso que llevaba a cabo para secar el excedente de fruta y verdura de sus cosechas. La simple exposición solar en el terrado de su casa obraba el milagro de la deshidratación. Conseguía alargar la vida de los vegetales y así, en invierno, su paladar disfrutaba de todos aquellos manjares “heliofilizados” .

Esta imagen me ha ido apareciendo recurrentemente Estoy cerebralmente agostada. Cual tomate disecado mi cabeza no consigue exprimir nada más que frases deslabazadas. Necesito tormentas de ideas que fertilicen mis arenas cerebrales. Tengo amojamado el cerebelo. Las altas temperaturas de este despiadado agosto del interior peninsular, han consumido mis arrebatos cronistas.

Hay quien ha echado de menos una continuidad en el blog. Gracias . Me he sentido querida, tenida en cuenta.¿ Pero quién es el que puede inspirarse entre tanta transpiración?

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