La vuelta al cole siempre me ha recordado a una libreta por estrenar y a la ilusión de conseguir la mejor de las caligrafías en cada una de sus páginas
Volver a empezar. Es esta una necesidad muy común , consustancial- diría yo- al mero hecho de ser persona. Se trata de un autoengaño consentido que nos hace creer que es posible comenzar de cero
Esta ingenuidad tan propia de los niños otorga una frescura infantil que, ni siquiera la deshidratación provocada por el paso del tiempo, consigue resecar.
A los adultos nos hace falta estrenar libretas.
Esto es lo que significa para mi el mes de septiembre.
Buenos propósitos y ganas de volver a intentarlo. Deprocurar hacer -lo que nos hayamos propuesto- bien.
Es vital no toparse con alguien que nos contagie ,antes de iniciar la temporada otoñal, el virus del escepticismo. El síntoma más claro de estos enfermos del alma vieja es la mueca amarga ante cualquier afán de superación .
La mejor de las prevenciones consiste entener cercao acercarse- según sea el caso- a alguien con poca memoria y una actitudoptimista que comparta contigo elconvencimiento de que si quieres, puedes.
En realidad, progresar depende de nosotros mismos. Lo único necesarioes avanzar unprimer paso en la dirección elegida. Si hemos sido capaces de hacerlo una vez, podremos hacerlo una segunda , una tercera y así un número de veces elevado a “n”o "x”, según nos convenga...
El futuro que estamos esperando, estará más próximo en el minuto 1 del dia 1 en el que hemos decidido a comenzar.
Decía Machado: “Despacito y buena letra que el hacer las cosa bien importa más que el hacerlas”. Claro que – con el permiso del poeta- si ni siquiera lo intentamos, no conseguiremos ni una cosa ni la otra…
La música que me ha acompañado en este post: "(Just like) Starting over" de John Lennon
Comentarios
Publicar un comentario