Yo, me, mi, conmigo
Carta publicada en La Varguardia digital el 28/12/09
El pasado 16/12/09 leí en la sección de " La Contra " de su periódico, una entrevista a Ai Wei. Wei, a través de sus manifestaciones artísticas-tan absurdas como llamativas- , denuncia al mundo entero los abusos que las autoridades chinas siguen cometiendo hoy, en contra de la libertad individual.
Cuando el artista cumplió 18 años , tras vivir junto a su familia durante más de 16 en un campo de “reeducación” en condiciones extremas, se instaló en Pekín con ganas de cambiar las cosas. Al hablar sobre lo que allí encontró decía “Fruto de la represión se respiraba tristeza. Pero aquellos hombres sólo se ocupaban de sus pequeñas vidas”.
Esta frase me hizo pensar. A nosotros, disfrutando de las libertades que garantiza una sociedad supuestamente avanzada, nos está ocurriendo lo mismo.
Cuando estos días paseas por la ciudad, lo que se respira es prisa y frivolidad. Pocos son los que contemplan, pocos los que piensan, muchos los que se muestran indiferentes y egoístas. Quien más quien menos , todos parecemos estar ocupados en nuestras pequeñas vidas y movernos únicamente en el ámbito de nuestro minúsculo universo particular.
Occidente vive bajo la opresión de otra dictadura, más sutil y peligrosa. El individualismo materialista. Sin darnos cuenta nuestros estilos de vida, nuestras ilusiones, nuestras prioridades, nuestras agendas , nuestros amores se van empobreciendo y recluyendo en un coto cada vez más estrecho, cerrado y controlable.
¿Sirve de algo llenar una piscina de café con leche?. No lo sé. Pero está claro que este artista ha conseguido gritar algo al mundo y que el mundo se fije, comente, se interese. Doce millones de visitas en su blog.!!!. Se dice pronto.
Wei se ha atrevido a actuar. Esa valentía es elocuente. Sin miedo a las represalias. Confiando en la capacidad de transformar la realidad por establecida que esté. Con ilusión hacer de su país, “su casa”, un lugar mejor.
Aunque no sea remunerado, auque no nos corresponda contractualmente , aunque esté fuera de los previsto , aunque no nos produzca una satisfacción inmediata, aunque nos dé palo, vergüenza o pereza, intentemos ampliar el horizonte de nuestra vidas. Ocupémonos de alguien o de algo más allá de nuestros intereses, de nuestras “pequeñas vidas” .
De lo contrario, esta sociedad tan supuestamente libre (y tan maltrecha y tan loca), albergará a hombres cada vez más solos, más tristes, más aburridos y más infelices.
Muy buen Post. Tiene mucho que enseñar. Feliz año 2010.
ResponderEliminarMoral y Luces